Grandes películas: «Lo que el viento se llevó»

¿Qué diríais si os dijera que estoy nerviosísimo? ¡Que estoy a punto de publicar la primera entrada al blog! Pero… ¿con qué película me lanzo? Menuda responsabilidad…No lo creeréis, pero ha sido toda una decisión, porque había que empezar con buen pie y, sobre todo, con una película que fuese más especial que las demás, que me hubiese transmitido esas emociones de las que hablaba en la entrada de bienvenida.
Después de pensarlo bien (hay un montón de películas de las que quiero hablar…) he terminado eligiendo una. No podía ser otra: «Lo que el viento se llevó.»
Muchos dicen que es muy larga y es un tostón de cuatro horas, algunos dicen que es cursi, y otros incluso que directamente es mala.
Para mí es una historia completa, un universo en sí misma, una película que -independientemente de si se conoce el contexto en que transcurre o no- no necesita de explicaciones para entenderla y sentirse atrapado por ella.
Para los que no hayáis visto la película (por cierto, menuda suerte tenéis al poder verla por primera vez) os diré que empieza con el inicio de la Guerra de Secesión americana, la que enfrentó a los estados del norte contra los del sur, y vemos los acontecimientos desde los ojos de Escarlata O´Hara, una joven mimada y egoísta, hija de una familia que posee Tara, una plantación de algodón, donde trabajan esclavos negros. A lo largo de la película vemos cómo cambia su vida desde la comodidad en la que vivía antes de la guerra, donde su único problema era qué vestido ponerse y marear a sus pretendientes, hasta tener que luchar por sacar adelante a su familia y no morir de hambre mientras duraba el conflicto.
Si las emociones humanas se anunciasen en un catálogo tipo IKEA, ese catálogo sería «Lo que el viento se llevó.» Desde que empieza la fiesta en «Los Doce Robles», hasta la despedida de Mammy en la secuencia final desfilan el egoísmo, la pasión, el honor, la envidia, el fracaso o la épica. Todo un cóctel interpretado de una manera tan natural, que se asiste a la historia como si uno se asomara al Viejo Sur desde la ventana, y no a través de la pantalla.
¿Y los personajes? ¿Podéis recordar alguna película que tenga tantos que resulten tan entrañables? Los O´Hara, los Wilkes, los esclavos, la alta sociedad de Atlanta… Rhett y Escarlata, Mammy, Ashley y Melania. No sé cuántos hay en total, pero cada vez que vuelven a poner la película por televisión, ahí me quedo hipnotizado y los veo como si fuesen «de casa».
Y de todos, ¿con cuál me quedo? Pues es fácil elegir a los dos protagonistas por dar vida a esos dos papelones, pero también creo que Mammy y Prissy estarían muy cerca de ganar por ser los personajes más desenfadados que ponen el contrapunto de humor en medio de semejantes dramas. Y luego, ya como anécdota, elegiría a la tía Pittypat, de Savannah, que siempre me ha caído simpática con sus gritos, sus desmayos y sus sales.
El último apunte sobre los personajes lo diré sobre Ashley y Melania, que son la personificacion del honor y la prudencia él, y de la bondad y la debilidad ella. Frente al garbo y la fuerza desatada de Escarlata, y la socarronería y el pragmatismo de Rhett, esta pareja queda un tanto cursi (¿os acordáis que aquí se tradujo el diminutivo de Melania por «Melita«?), pero no deja de ser un pilar fundamental en la historia.
Seguro que esta historia dará para más comentarios en este blog y ya habrá tiempo para mayores análisis, pero ahora querría centrarme en algunos detalles que, en esta película, siempre me han parecido una maravilla. Aunque habría cientos, comparto con vosotros tres de ellos con Escarlata como protagonista que consiguen hacer de ese personaje y de la película algo todavía más cercano, más vívido:
- las cortinas de su madre con las que se hace un vestido para intentar engañar a Rhett,
- el manguito con el que coquetea con Frank Kennedy, novio de su hermana y que le consigue arrebatar,
- la colonia con la que hace gárgaras para disimular su aliento a whysky.
Son detalles pequeños, pero que convierten momentos que podrían ser solo de transición, en grandes escenas. Y grandes escenas hay muchas, seguro que recordáis el «a Dios pongo por testigo«, el «tira, Mammy«, el incendio de Atlanta o la estación de tren que vemos abarrotada de heridos y cadáveres desde lo alto, junto a una bandera confederada raída.
Sí, son espectaculares, grandiosas. Pero si tuviese que quedarme con una escena, creo que elegiría aquella en la que, en una sala de «Los Doce Robles«, Escarlata se le declara a Ashley y termina lanzando un jarrón contra la chimenea al ser rechazada. Justo entonces aparece Rhett Butler, que estaba echando la siesta en un sofá y que había escuchado todo el diálogo entre los dos, provocando el bochorno de Escarlata. Siempre me ha parecido brillante esa forma en que se conocen los dos personajes principales de la película.
Si no has sentido nunca esa sensación de vergüenza al verte descubierto en una situación embarazosa, o al abrir tus sentimientos ante otra persona, o al saberte rechazado, ¿no crees que viendo esta escena casi puedes experimentar todas esas emociones?
Viendo esta película, casi se puede saber cómo huele un campo de algodón, cómo suenan las enaguas de Mammy al caminar, qué se siente -en fin- viviendo en una época como aquélla, tan ajena a la nuestra. Seguro que si Descartes hubiese nacido 300 años más tarde y hubiese visto esta peli, habría experimentado todo esto y dejaría su duda metódica para otros menesteres.
Se me han quedado muchas cosas en el tintero, como los decorados, el vestuario, las anécdotas de la producción o, por supuesto, la música. Pero tampoco es cuestión de aburrir. Ya habrá tiempo para todo y, como se decía en «La historia interminable«, «esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.»
«Lo que el viento se llevó«
(“Gone with the wind“, Victor Fleming, George Cukor, Sam Wood, 1939)
Por si todavía hay alguien que no tiene la película en condiciones, o simplemente quiere hacer un buen regalo, aquí os dejo los enlaces de «Lo que el viento se llevó» en varios formatos: DVD, DVD-Edición del coleccionista, Blu-ray y la genial banda sonora:
Miguel Navaridas, siempre fuiste un crack y me encantará seguirte en este blog.
Con lo que me gusta el cine…
Un abrazo enorme y muchas gracias por esta iniciativa.
Mucha suerte con ella.
Sin duda una historia fantástica que es varias películas dentro de una. Aunque su doblaje es excelente, no hay nada como escuchar la voz burlona de Rhett Butler en versión original. Es descubrir de nuevo la película. Y los que puedan que la vuelvan a ver en BluRay. Semejantes imágenes en alta definición son un alarde para la vista.
Gracias Juan. Seguro que pasamos buenos ratos con las pelis que comentemos por aquí 🙂
Y sí, David, creo que tienes razon. Tu resumen de la película me ha gustado: varias películas dentro de una. ¡Y todas buenas! Me apunto tu recomendación de oírle a Rhett en inglés 🙂
Fantástico inicio, Descartes.
Gone with the wind es puro cine.
Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son.
Gracias, José Luis. El buen rato por lo menos está asegurado!
Zorionak! Suerte con el blog.
Ya estoy trabajando con el segundo 🙂 Me alegra que te haya gustado el de «Lo que el viento se llevó», para mí es una maravilla.
¡Gracias Richard! Qué razón tienes en cuanto a qué pocas pelis como ésta se han hecho después… Pero podemos seguir disfrutándola casi casi como la primera vez 😀
Muy grande Miguel Ángel, un gran blog entretenido y escrito desde dentro por alguien que sabe. Aquí me tendrás con asiduidad. La película, que decir, seguramente no. Será de mis preferidas pero no se puede dejar de reconocer que pocas pelis así se han rodado después.
Seguro que aunque no la entiendan, habra escenas que no olvidarán nunca 🙂 Y me apunto la de «Gigante», aunque creo que me gustó más de «Al este del Edén» 🙂
Me encanta esta película. Tengo muchas ganas de que mis hijos la vean, pero dudo que la entiendan todavía…
Otra película «grande» es: «GIGANTE». Tardé mucho en verla y me sorprendió muy gratamente. Ahí va el reto, jejeje
Gracias por esos palabras tan interesantes. Viviendo como 90 minutos afuera da Atlanta es aún mas interesante ver esta película! 🙂 Aquí hay muchos museos y también se puede ir al lugar donde lo grabaron, tienes que visitar algún día!
¡Gracias, Mónica! Me alegra que te guste el blog y la escena de la biblioteca 🙂 A seguir las próximas entradas 😉
Me ha encantado el post!!! Y estoy de acuerdo en que la escena en la que se conocen los dos protagonistas es única. Enhorabuena por el blog!
He leído detenidamente lo que has escrito sobre esta película desde el primer día que lo compartiste, y no tengo palabras.
Casualmente ayer, en la biblioteca de la EOIP, mientras buscaba una película, captó mi vista precisamente ésta pero en inglés «GONE WITH THE WIND». La tomé en mis manos y me acordé de esta descripción tuya sobre ella, que, sin duda alguna, es mucho pero muchísimo mejor que la del librillo que acompañaba el DVD.. acaricié la caja que llevaba la película como si fuese el objeto más valiosa del edificio entero. Y ahora tengo unas ganas tremendas de verla, pero la quiero ver en castellano para no perderme nada :))
Enhorabuena, amigo!
Mi más sincera enhorabuena por este primer post. No puedo estar más de acuerdo con él de principio a fin y sí, puede que esta película sea muy larga, cursi…todo lo que quieran decir de ella, pero es un peliculón, un «incunable» que, como el buen vino, gana con los años. ; )
¡Gracias, Pablo! Se me había traspapelado tu comentario 😀 Aquí seguiremos dando guerra con buenas pelis 😉
Gracias a ti, Lisa. Sí, Atlanta es algo pendiente que tengo para visitar. Si cruzo el charco organizamos un recorrido, serás una buena guía 😉