«Blue lips», una propuesta de cine independiente en Navarra

Reconocéis la foto de más abajo, ¿verdad? Es la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, un 6 de julio a las 12 del mediodía. ¿Qué historias pueden estar ocurriendo en medio de esa locura? Se me ocurre que algún grupo de amigos que ha perdido a alguno de ellos, o un australiano que ha ido en sandalias y se acaba de cortar la planta del pie con un cristal, o la cuadrilla que se dedica a pedir agua a algún balcón de la plaza…
Pues además de lo anterior, también está teniendo lugar algo insólito: ahí en medio hay todo un equipo de gente que está rodando una escena de toma única: o sale bien, o sale bien. No se podrá repetir. Ahí en medio se rueda en ese momento una secuencia de la película «Blue Lips«.
El pasado jueves se proyectó en la Filmoteca de Navarra la película «Blue lips» («Labios azules«, en inglés) y como os la recomendamos el día anterior en la página del blog en Facebook, fuimos unos amigos a verla y aquí comparto con vosotros mis impresiones. Os adelanto que fueron muy buenas.
Aprovecho para invitaros a esa página de Facebook, donde se recomendó esta película y donde tenéis las fotos y publicaciones que se van haciendo en este blog, para que estéis al tanto de todo.
De primeras debo decir que la propuesta de la película era ya atractiva:
- una película hispano-argentina con la productora con sede en Navarra,
- financiada a través de una iniciativa de crowdfunding en internet,
- seis directores que ruedan seis historias diferentes,
- cada una de ellas rodada en un país distinto (Hawaii, Los Ángeles, Italia, Buenos Aires, Río de Janeiro y Madrid),
- en su idioma original,
- y que desembocan todas en Pamplona, en plenas fiestas de Sanfermín.
He de reconocer que siempre me ha gustado el recurso de distintas tramas paralelas que terminan confluyendo de un modo u otro en una historia común. Ejemplos de esto los tenemos en películas como «Pulp Fiction«, «Magnolia«, «Love actually» o «Las horas«, todas buenas películas dentro de géneros tan dispares. En «Blue lips» coinciden en Pamplona seis personas que se nos presentan al principio de una en una, con sus situaciones personales, sus problemas, sus anhelos, sus ganas de encontrar un punto de inflexión en sus vidas.
Lo que más me gustó cuando nos presentó la película una de las productoras (Maitena Muruzábal) es que cada una de las historias fue dirigida en un lugar del mundo por un director diferente. Esta multiplicidad de puntos de vista suponía un peligro evidente: que la película en conjunto fuese la unión de seis pequeños cortometrajes, y eso era algo que se quería evitar. Viendo la película tengo que decir que no se apreciaba esa diferencia en la realización, tanto por la fluidez y naturalidad en el montaje, como por la habilidad del guión. Los saltos entre una trama y otra eran comprensibles y el espectador no siente en ningún momento que pueda estar perdido en la historia.
El hecho de que la película la fuésemos viendo en inglés, portugués, italiano y castellano tampoco era un problema. En realidad (al menos así me lo pareció) esta concepción multicultural le daba a la cinta un toque universal: cada uno somos distintos, venimos de lugares muy diferentes, pero todos tenemos preocupaciones, aspiraciones y miedos, independientemente de si al despertarnos decimos «good morning«, «bom dia«, «buongiorno» o «buenos días».
Las interpretaciones fueron impresionantes. Los personajes de Sagrario, Vittorio, Kalani, Oliver, Malena y Guido son reales, son creíbles y nos emocionan. Personalmente no conocía a ninguno de los intérpretes y directores, pero ojalá tengan éxito en sus carreras. El trabajo que hacen en «Blue lips» es fantástico.
Y como he dicho más arriba, el punto de unión de estas seis personas es Pamplona y los Sanfermines, donde sus vidas, de una manera u otra, confluirán y cambiarán. Que la acción transcurra en la ciudad de uno siempre es un atractivo, porque no cesa de reconocer lugares por los que pasa a todas horas, e incluso ve en algunos planos a personas conocidas.
Y que la trama se desarrolle en mitad de esas fiestas que se viven en la calle, sólo puede dar mérito y más mérito al equipo técnico y artístico de la película. Rodar entre miles de personas, repitiendo tomas, entre algún que otro borracho, tuvo que ser una experiencia complicada pero, también por eso y por el resultado final, más que satisfactoria. ¿Os imagináis rodar la escena que os comentaba al principio en mitad del chupinazo? Según nos comentaba la productora al inicio de la proyección, sólo había una oportunidad para que saliese bien. Y salió bien.
En fin, que si podéis encontrar esta «Blue lips» dadle una oportunidad. Es cine independiente hecho con una ilusión y una profesionalidad que dejan bien claro que para que una película guste no hace falta que sea una superproducción.
Aquí abajo podéis ver el tráiler, y aquí tenéis más información de la película: en IMdB y la propia productora.
Gracias Miguel. Me encanta como puedo conocer películas como esta gracias a tu blog que definitivamente me hubiera perdido. Ademas me puse muy melancólica pensando en la Filmoteca y las cuantas veces que he estado ahí…