Reseña: «San Andrés»

Por fin llegó a las carteleras la película que, junto a «Jurassic World«, más expectación había generado. Por fin llegó «San Andrés«: la película de catástrofes que los aficionados a este género esperábamos.
Que las películas de catástrofes son mis favoritas lo sabéis muchos. Ahí están «El coloso en llamas«, «Aeropuerto«, «Un pueblo llamado Dant´s Peak«, «Estallido» o «Titanic«, que nos colocan en situaciones límite, ante las que cada personaje se retrata de verdad, y donde vemos escenarios imposibles, muchas veces apocalípticos…
Como pasa casi siempre con las películas que deseas ver, las expectativas eran altas: los tráilers con los que nos habían bombardeado los últimos meses, las fotos que se filtraban del rodaje y la espectacularidad que rodeaba a la producción nos hacían salivar mientras contábamos los días para el estreno.
Pues el estreno llegó y trajo una buena ración de imágenes absolutamente espectaculares, pero también decepción. Vamos allá con la crítica y desgranamos un poco cada parte…
Las películas de catástrofes suelen seguir más o menos la misma estructura, una forma de relatar la historia que los amantes del género ya esperamos y disfrutamos. Se comienza presentándonos a los personajes; se sabe enseguida quién será el bueno que probablemente terminará siendo el héroe, también el malo que por ambición o codicia terminará mal, toda una constelación de personajes secundarios y el escenario en que se desarrollará la debacle: un barco en el caso de «Titanic«, un rascacielos en el caso de «El coloso en llamas«, un avión en el caso de «Aeropuerto«, una ciudad en el caso de «Terremoto«, «Twister» o «Volcano«, o incluso el planeta entero como en «El núcleo» o «Estallido«. Después de la presentación de estos elementos llega el problema (el hundimiento del barco, el incendio del edificio, el accidente en el avión o la devastación de la ciudad). Y ahí es donde vemos el rol que cada uno de los personajes que nos presentaron al inicio van tomando, cómo se enfrentan al problema y si sobreviven o van muriendo a lo largo del metraje.
Que todo está inventado y que cada vez cuesta más sorprendernos por un argumento es tristemente habitual. Pero en «San Andrés» esa sorpresa no existe apenas. En primer lugar, no diría que es una película «coral», como suelen ser las de este tipo, porque el protagonismo se centra en muy poquitos personajes, siendo los «satélites» demasiado breves como para tener relevancia en la historia. De entre ellos, destacaría al siempre eficiente Paul Giamatti, al que recordamos por sus papeles de «Entre copas» o «El ilusionista«.
El resto del reparto resulta del todo plano, sobre todo por el protagonista Dwayne Johnson, apodado «la Roca«. Mi sensación es que se ha ganado ese apodo muy justamente, porque transmite las mismas emociones que las piedras. Su mujer y su hija en la ficción creo que desarrollan sus personajes algo mejor, y también los dos hermanos amigos de la hija, que pueden transmitir algo más de frescura, sobre todo el pequeño.
En cuanto al guión, la palabra que lo definiría es «previsibilidad«: casi todo pasa como se espera que lo haga, hasta la habitual moralina de películas estadounidenses y la inevitable escena de la bandera de barras y estrellas ondeando con promesa de reconstrucción incluida.
Pero he dicho que «casi todo» es previsible. Hay un punto que me sorprendió gratamente y (sin adelantar nada para que vayáis a verla y también os sorprenda) es que no estamos ante un cataclismo aislado, sino que la acción se va dosificando de tal manera que el entretenimiento no se diluye con los primeros temblores.
Y ahora voy con lo que me gustó, con lo que me dejó con la boca abierta, con lo que me hizo sentir como si estuviera en el mismo centro de San Francisco. Películas de catástrofes he visto una barbaridad, pero creo que en ninguna de ellas había visto tal nivel de destrucción. La devastación a la que asistimos es total, los efectos especiales que la hacen posible son espectaculares y adopta además un montón de formas distintas. De vez en cuando durante la película, se me escapaba algún «¡hala…!«, algún «¡qué pasada!» y algún «bufff… ¡me encanta!«. La amiga con la que vi la película me decía entre algún susto y con miedo de tener un infarto: «Pero, ¿cómo te puede gustar tanta destrucción?» La respuesta que le di fue: «Porque estamos viendo algo imposible.»
El nivel de realismo y de apocalipsis que presenciamos pone a la película en lo más alto en cuanto a efectos especiales. De verdad que es un gustazo ver cómo caen rascacielos como si fueran fichas de dominó, cómo tiembla la tierra, cómo se arrasa una ciudad completa con todo lujo de detalles. El espectáculo es grandioso. Sólo por eso el precio de la entrada está bien pagado.
Así que si os apetece ver escenarios increíbles gracias a unos efectos digitales sobrecogedores, os recomiendo que entréis en una sala y veáis «San Andrés«. El entretenimiento lo tenéis asegurado. Eso sí, no esperéis una historia sorprendente, ni actores que os deleiten con interpretaciones vibrantes. Eso, en «San Andrés«, no lo encontraréis.
Para ver algo así, probad con Steve McQueen y Paul Newmann en «El coloso en llamas«, ahí sí.
«San Andrés» («San Andreas«, 2015, Brad Peyton)
¡Hola! No sabia que te gustan tantos las películas de catástrofes 🙂 A mi me gustan algunas, pero esa ya no me había convencido en el trailer y después de tu análisis creo que no la tengo que ver, porque lo de los actores es lo mas importante para mi y el actor mas bien podría ser una piedra…. no gracias! Pero muchas gracias a ti para darnos esta entrada!
Un genero que lo tiene miy dificil para innovar. Alguien deberia volver a los orogener y darle una vuelta dejando los efectos visuales a un lado, pero eso es lo dificil, lo qie da pasta es hacer lo mismo que ha triunfado hasta ahora pero mas efectiva.
Una vuelta a los orígenes sería fantástico, con un mayor protagonismo del guión y unas mejores interpretaciones, pero sin que se perdiera la excelencia en lo visual. Sólo de imaginarme «El coloso en llamas» o «Aeropuerto» con esos repartos y la tecnología actual, se me pone la piel de gallina … ☺
Comparto que el actor Dwayne Johnson hace honor a su apodo pero creo que también le queda bien un poco el personaje de «superhéroe», fortachón que todo lo puede y en ese punto encaja en ciertas situaciones de la película aunque si de emociones hablamos estamos en deuda con Dwayne.
Tal cual como has descripto es una película totalmente previsible y lo más destacado los efectos especiales. Ese nivel de destrucción, devastación se llevan los aplausos finales. La vi en el cine y justamente como mencionas gracias a ese espectáculo el valor de la entrada no ha sido en vano.
Es una película aceptable pero si la quieren ver en la notebook (o cualquier pantalla que no supere las 40» aprox) no pierdan el tiempo jajaja.
Saludos 🙂
Hola Ale, bienvenido de nuevo 🙂
Ya me alegro de que te gustará la película, incluso con Dwyane Johnson.
Reconozco que los efectos especiales me parecieron tan espectaculares, que su presencia me pasó bastante inadvertida, a pesar de su tamaño.
A ver cual es la siguiente película de catástrofes que nos llega, que es mi género favorito 🙂
¡Saludos!