Reseña: «Everest»

everest-poster-movie

Primero fue descartada cuando fui a ver «La visita» y al día siguiente también perdió la votación frente a «El caso Heineken«. Esta vez, por fin, «Everest» fue la elegida. Las expectativas eran altas porque el tráiler nos ponía frente a una cinta de mi género favorito, el de catástrofes, así que no podía fallar… «Everest» tenía que entusiarmarme… ¿Lo hizo?


La propuesta de esta película es la adaptación al cine de una historia real: una expedición de montañeros a la montaña más alta de la tierra, los preparativos, las motivaciones, y los peligros a los que se enfrentan en la ascensión, con avalanchas, tormentas, ventiscas y temperaturas extremas.

Como toda peli de catástrofes, «Everest» sigue más o menos la misma estructura que ya adelanté en la entrada de «San Andrés«, con la presentación de los personajes, el contexto, un primer momento de éxito, de que todo va bien, el detonante de la catástrofe, cómo afronta cada personaje esa situación y el desenlace más o menos feliz. En este caso la sensación que me llevé fue que los personajes resultaban planos, quizá porque al haber tantos, no se detenía el guión en profundizar lo suficiente en todos ellos.

Everest - reparto - descartesnofuealcine.es

A pesar de que había muchos actores conocidos, como Jake Gyllenhaal, Sam Worthington, Josh Brolin o Jason Clarke, esa carencia que mencionaba hacía que diese un poco lo mismo quién fuese el intérprete y esto a su vez derivaba en cierta indiferencia en lo que pudiese ocurrirles en su aventura que, por otra parte, era bastante previsible. Entiendo que se pueda pensar la poca sensibilidad que puedo demostrar hablando de indiferencia cuando la película cuenta (no sé cómo de fielmente) la tragedia que se vivió en ese lugar, pero me refiero siempre a la historia, a cómo es contada y a cuántas emociones consigue transmitir.

Por salvar un momento en el que esa indiferencia desaparecía, rescataría quizá la relación entre el líder de la expedición y su mujer (Keira Knightley): una llamada telefónica que mantienen ambos cuando el montañero se ve en dificultades.

Everest - llamada - descartesnofuealcine.es

En temas técnicos reconozco que tampoco los viví con demasiado entusiasmo. Lo que más me llamó la atención fue el sonido: hay momentos en que sólo por los efectos sonoros te ves en medio del Himalaya con el viento rugiendo a tu alrededor y la tierra temblando bajo tus crampones. La fotografía (supongo que con mucho trabajo digital) también está -nunca mejor dicho- a la altura, pero no puedo decir que fuese algo impresionante. Sinceramente, en este punto mis expectativas eran más altas y -quizá por eso- se vieron defraudadas.

En definitiva, «Everest» no me pareció nada del otro mundo: lo previsible de su argumento, lo plano de su interpretación y el hecho de que sólo disfrutara de algunos momentos únicamente por la espectacularidad del entorno en que se desarrolla, convierten a esta producción en algo prescindible que prácticamente no despertó en mí ninguna emoción.


«Everest» (Baltasar Kormákur, 2015)


 

2 Respuestas

  1. lsw3 dice:

    No me sorprende mucho tu análisis, pero tienes un talento te resumirlo tan preciso 🙂 Ni siquiera vi la película, pero vi el trailer y me parece lógico que un numero de personajes tan grande puede da alguna manera crear menos intensidad y conexión entre espectadores y la película. Me parece una de esas películas super estándar. Tienen su receta, que van a incluir, cuando va a pasar que, cuanto dinero se puede ganar par que no sale en negativo y listo. Teniendo en cuenta que hay tantas de eso forma me pregunto si es mal. Deberíamos juzgar proyectos así? Que tiene da malo si da trabajo a tanta gente? Yo no tengo la respuesta… pero me he preguntado muchas veces.