Grandes películas: «Regreso al futuro»

Aprovechando que este año se cumplen dos acontecimientos relacionados con la película «Regreso al futuro«, ¿qué mejor manera de celebrarlo que hablando de ella?
Porque además, y al igual que otras películas de ese mismo año 1985, como «Los Goonies«, o «El secreto de la pirámide«, «Regreso al futuro» forma parte de la infancia de muchos de nosotros y se ha convertido en todo un icono para aquella generación.
El primer evento a celebrar es fácil, seguro que ya lo sabéis: este año se cumplen 30 años del estreno de la primera parte de la trilogía de «Regreso al futuro«. Treinta años ya, parece increíble…
No recuerdo si la vi en el cine o si la alquilamos en el videoclub en el que las cintas de VHS convivían todavía con las de BETA y con las de 2000 (voy a dejar de decir estas cosas, que todavía me hacen más viejo…). Pero lo que sí recuerdo es que me quedé con la boca abierta: ¡el protagonista viajaba desde ese año 1985 hasta 1955 y conocía a sus propios padres cuando eran jóvenes! Eso me pareció algo de locos, pero una locura fascinante de verdad.
E independientemente de la terminología más o menos técnica, o de lo científicamente viable o inviable de esos viajes (que, por otra parte, me daba exactamente lo mismo), con «Regreso al futuro» esos saltos en el tiempo se hacían reales: ¡sólo hacía falta un coche modelo «Delorean» con un «condensador de fluzo» y un panel en el que marcar el año al que querríamos viajar!
Toda la película es un regalo para un niño de ese momento, tenía todo lo que podía desear: el protagonista, la mega estrella del momento Michael J. Fox, era un chaval, un artista con el monopatín, tenía a un científico loco como mejor amigo y vivía una aventura increíble montado en un coche lleno de botones y luces, que además al llegar a los 140 kilómetros por hora desaparecía de la carretera dejando unas huellas de fuego…
Treinta años más tarde, la película no sólo sigue fascinando con su argumento de viajes en el tiempo, sino que todavía lo hace más: ahora mismo ver la vida de 1985 es para nosotros otro salto al pasado, a un pasado que conocimos y vivimos. Esto hace que «Regreso al futuro«, lejos de quedarse antigua o pasada de moda, siga siendo como un parque de atracciones en el que no paramos de disfrutar. Y creo que uno de los culpables de que lo sigamos haciendo es el señor Alan Silvestri, el compositor de su banda sonora. Este hombre condensó a la perfección la épica, la aventura, la velocidad y lo fantástico de esta cinta, en un tema principal que todos reconocemos y seguimos tarareando:
Pero, ¿qué más podemos celebrar además del «cumpleaños» de la película? Pues celebramos que este año, más concretamente este miércoles, 21 de octubre de 2015, es el día al que Marty McFly, su novia Jennifer y el científico Doc viajan en el último minuto de la película. ¡El miércoles es ese futuro que Robert Zemeckis y Steven Spielberg imaginaron en los años 80!
La acción de lo que ocurriría en ese futuro en el que vivimos hoy, lo veríamos en la continuación de la trilogía («Regreso al futuro 2«), que se estrenaría en 1989 por el increíble éxito que había conseguido la primera parte. En esa continuación veríamos un 2015 fabuloso, en el que los coches y los monopatines volarían, en el que la ropa de la gente sería más que estrafalaria y en el que asistiríamos al estreno de «Tiburón 19» bebiendo una «Pepsi Perfect«.
A pesar de la imaginación que demostraron los guionistas, me temo que no acertaron demasiado en sus predicciones: tanto coches como monopatines siguen rodando sobre el asfalto y «Tiburón» sólo resistió 3 secuelas. Eso sí, si queremos zambullirnos de lleno en ese futuro chillón, podremos hacerlo probando una auténtica «Pepsi Perfect«, que esta misma semana saldrá a la venta para celebrar -igual que nosotros- este evento que va más allá de lo cinematográfico.
«Regreso al futuro» («Back to the Future«, Robert Zemeckis, 1985)
Muy linda! Yo creo que hay un evento an Facebook donde gente se quiere reunir para esperar la llegada de los personajes este año 🙂 Me encanta como describiste las atracciones y porque esa joya sigue encantando al mundo 🙂
Si no fuera porque Hill Valley (California) me pilla lejos, seguro que iría. ¡Tú puedes ir, estás ahí! Si vas, serías la reportera de Descartes