Reseña: «El puente de los espías»

Después de una semana de merecidas vacaciones, tocaba volver a una sala de cine y no a ver cualquier película… Esta vez la elegida era la última de Steven Spielberg con Tom Hanks como protagonista, la película de la que se llevaba hablando meses: «El puente de los espías«. Vamos a por la crítica…
A lo largo de las casi 60 entradas publicadas en el blog creo que he dejado clara mi admiración por Steven Spielberg, así que os podéis imaginar que ver una nueva película de este norteamericano (que en unos días celebrará su 69 cumpleaños), era para mí todo un acontecimiento.
Sin desvelar sorpresas, ni spoilers, os diré que en «El puente de los espías» nos vemos en mitad de la Guerra Fría y presenciamos dos hechos: por un lado, cómo un abogado especialista en seguros se ve en la tesitura de defender a un espía soviético capturado en Nueva York, y cómo un piloto de EEUU es a su vez detenido en la Unión Soviética también acusado de espionaje. Ese abogado, interpretado por Tom Hanks, se encargará de negociar el intercambio de ambos prisioneros.
Para los impacientes: ¿me gustó «El puente de los espías«? Mucho. Su factura, la ambientación, su guión y sus interpretaciones convierten a esta película en todo un clásico. Con ella aprendemos sobre un momento muy concreto de la historia reciente, en dos localizaciones distintas: en los Estados Unidos, con la tensión y la amenaza de entrar en una guerra nuclear con la Unión Soviética, y en Berlín, con la división de la ciudad por medio de un muro, la misma división que tenía al mundo separado en dos bloques. Esta posibilidad de aprender también la viví cuando vi en su momento «Trece días» («Thirteen days«, Roger Donaldson, 2000), también ambientada en la Guerra Fría, pero con la crisis de los misiles cubanos como foco de atención. Sólo el hecho de poder aprender algo de lo que ocurrió hace poco más de 50 años ya es un punto importante para valorar una película.
La recreación de los escenarios en los que transcurre la película es impresionante. Ya no sólo los que tienen lugar en suelo norteamericano (que también), sino sobre todo los que nos sitúan en Berlín. Personalmente no recuerdo haber visto antes una película en la que asistíamos a la construcción del muro o a los intentos de escapar al lado occidental, y en «El puente de los espías» podemos hacerlo. Los recorridos bajo la nieve por esa ciudad todavía en ruinas desde la Segunda Guerra Mundial me resultaron cautivadores. Los planos con composiciones cuidadísimas y el poder ver casi las motas de polvo que revolotean por las habitaciones es otro éxito del director y de su director de fotografía, Janusz Kaminski, que ya nos dejó impresionados por su trabajo en «La lista de Schindler«.
Sobre la historia diré dos cosas: una buena y otra no tanto. Empezando con la buena, creo que el guión de «El puente de los espías» es fantástico y que la participación de los hermanos Joel y Ethan Coen en su redacción ha sido un acierto: las dosis de humor que vemos, lejos de entrar con calzador o chirriar dentro de la historia, encajan a la perfección y ayudan a que ésta sea más dinámica. Como decía Humphrey Bogart en «Casablanca«, ojalá que la relación entre Spielberg y los creadores de «O Brother«, «Fargo» y «Muerte entre las flores» sea «el comienzo de una gran amistad«. Seguro que tendríamos muchas horas de disfrute con este tándem.
Pero, ¿y qué hay de lo malo? En realidad mencionaría dos aspectos. Por un lado, la duración. En realidad, que una película dure más de dos horas no me supone ningún problema, pero sí es cierto que aunque la película mantiene ese ritmo pausado pero ágil y que no da lugar a aburrimiento, quizá el comienzo podría haber sido más breve. Por otro lado, «El puente de los espías» deja cierta sensación de maniqueísmo en algunos momentos, como por ejemplo cuando vemos lo mal que tratan las autoridades soviéticas al prisionero norteamericano, mientras que el trato que recibe el espía ruso por parte del FBI y la CIA es simplemente exquisito. No sé si sería así, o al revés, o de ninguna de las dos maneras, pero cuando lo vemos en pantalla se nos enciende una señal de aviso de parcialidad demasiado evidente que, durante el resto del metraje, se había mantenido tranquilamente apagada.
Con relación al reparto de la película no hay peros: tanto Tom Hanks, interpretando al abogado de seguros, como Mark Rylance, en la piel del espía soviético, están impecables: el primero al conseguir transmitirnos el conflicto moral por el que toda persona, incluso quien sabemos que es culpable de un delito, tiene derecho a ser defendido y a que se le apliquen todos los derechos de los que todos los demás gozamos; y el segundo, por convencernos de que hiciera lo que supuestamente hiciera, lo hizo obedeciendo las órdenes de su gobierno, con esa apariencia inofensiva, con esa tranquilidad y serenidad demoledoras.
Otros personajes como la mujer del abogado (Amy Ryan) o los más veteranos, el jefe del despacho de abogados (el fantástico Alan Alda) y el juez encargado del caso de espionaje (Dakin Matthews), hacen todavía más firme la historia, a pesar de sus intervenciones tan breves.
Por último, y a modo de anécdota, me sorprendió muchísimo el hecho de que John Williams, el habitual compositor de Steven Spielberg, no participara en el proyecto. Su lugar lo ocupó en esta ocasión el también genial Thomas Newman, creador de partituras como «Tomates verdes fritos«, «Cadena perpetua» o «American Beauty«. Esta ausencia del fantástico Williams en películas de mi director favorito sólo se había producido en «El color púrpura» en 1985, y parece que se ha debido a algún problema de salud, del que espero esté ya repuesto.
En fin, que os animo a ver «El puente de los espías«. Pero si os interesa saber algo más para terminar de convenceros, aquí os dejo el tráiler y una entrevista que desde Blogdecine hicieron al director y al protagonista.
La película es ya un clásico, que se ve con gusto, disfrutando del talento de director e intérpretes y que además nos sitúa en un momento del que quizá no sabíamos mucho, a pesar de que los hechos que nos cuenta ocurrieron a la vuelta de la esquina.
«El puente de los espías» («Bridge of Spies«, Steven Spielberg, 2015)
Gracias por la análisis tan detallada Miguel! Y me pareció muy interesante que dijiste que no se ve mucho películas sobre la construcción del muro o los intentos de escapar. En Alemania, siempre salen películas acerca de esto, en la television pero también en el cine, ni puedo contar cuantas he visto. Que interesante que parece que no viajan mucho hasta España
Gracias a ti por comentar, Lisa. Sí que es curioso, aunque me imagino que allí en Alemania no llegarán muchas películas españolas en las que, por ejemplo, se trate el tema de la Guerra Civil. De todas formas ya me dirás alguna otra película que trate del tema del Muro. Estando en Berlín me ha parecido un tema de lo más interesante.
Hola. Vi la película ayer. Estoy de acuerdo en todo lo que comentas. Es una película muy bien hecha, muy bien ambientada, un gran trabajo técnico, magnífica recreación histórica.
También comparto que chirría un poco la diferencia de trato a los prisioneros entre los soviéticos y los americanos, suena a los buenos y los malos, no es muy creíble aunque yo tampoco lo sé… Resulta entretenida pero creo que se podrían haber ahorrado algo de metraje. Y, por último, lo que me sucede con esta película es que no me toca el alma. Está muy bien hecha, la historia es buena, pero no me llega a emocionar. Tengo la sensación que con Spielberg a veces pasa esto, que lo hace todo bien, pero no me llega dentro, como que no llega a hurgar en el interior de los personajes, en sus heridas, te muestra algo de ellos, pero no se mete. Bueno, suficiente, vaya rollo he metido.
pdt: A Tom Hanks, gran actor, siempre lo veo como el perfecto padre de familia, tradicional, no lo puedo evitar y tras esta película, seguirá siendo así.