Grandes películas: «Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)»

Fue la triunfadora de la ceremonia de los Óscar del ese año, llevándose los premios a mejor película, mejor director, mejor guión original y mejor fotografía. A los críticos les encantó, pero entre los espectadores había opiniones para todos los gustos. Para mí fue toda una sorpresa. Vamos con «Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)«.
Para quien no la haya visto, «Birdman» es la historia de Riggan, un actor que hace años tuvo un éxito increíble interpretando a un superhéroe. Actualmente todo el mundo le recuerda por esos papeles, pero no ha hecho nada más relevante desde entonces. Para acabar con ese fracaso profesional está a punto de estrenar una obra de teatro en Broadway. Entre bambalinas «Birdman» nos muestra los problemas a los que se enfrenta este actor hasta el día del estreno de la obra.
«Birdman»: todo un plano secuencia
Lo primero que me llamó la atención de esta película, que me dejó con la boca abierta y por lo que siempre la recordaré es que está rodada en un único plano secuencia. Como ya os comenté en la entrada de «Spectre» (la última película del agente 007 hasta la fecha), el recurso del plano secuencia consiste en rodar una toma sin cortes durante un tiempo más o menos largo. En esa película de James Bond el plano secuencia era el inicial y duraba cuatro minutos.
En «Birdman» ese plano secuencia dura… toda la película. Con movimientos de cámara continuos, travellings, grúas… «Birdman» es un espectáculo visual increíble. Pero, ¿de verdad se rodó de un tirón? Claro que no; sería imposible teniendo en cuenta la cantidad de lugares por los que nos movemos durante la película y la multitud de actores que aparecen y desaparecen en cada plano, pero esa sensación de que la cámara te lleva y te trae de un lado a otro sin pausa me pareció todo un prodigio.
No es de extrañar que el director (el mexicano Alejandro G. Iñárritu) se alzara con la estatuilla: la planificación de la película y el cuidado de cada pequeño detalle tuvieron que causarle más de un dolor de cabeza. Iñárritu volvió a ganar el Óscar al mejor director este año por su trabajo en «El renacido«, del que también os hablé en esta entrada.
«Birdman»: un reparto increíble
A lo largo de las dos horas de metraje nos vamos encontrando con actores del talento de Michael Keaton, Emma Stone, Naomi Watts o Edward Norton.
El protagonista absoluto es Michael Keaton, que -al igual que el personaje al que interpreta en «Birdman«- alcanzó un éxito total con «Batman» en 1989. Aquí su personaje no se enfrenta a un Joker o una Catwoman, sino a los problemas de montar una obra de teatro, a los ensayos y a la crítica, pero también a sí mismo. Esa lucha interna entre el actor y el superhéroe al que interpretó tantos años atrás nos deja imágenes increíbles: realidad y paranoia se pasean de la mano durante toda la película.
Una trayectoria profesional más equilibrada que el anterior la ha conseguido Edward Norton. Desde «Las dos caras de la verdad» en la que nos dejó a todos maravillados con su actuación de un muchacho que asesinaba a un arzobispo, Norton no ha dejado de convencer con su talento. En «Birdman» interpreta a uno de los actores de la obra y sus cambios de comportamiento son de verdad increíbles.
«Birdman»: música magnética
Mientras acompañamos a los actores de un lado a otro del teatro, subiendo escaleras, saliendo a la calle, escuchamos de fondo un solo de batería que casi es un personaje más. Hay un momento que me resultó todo un juego del director para los que estábamos viendo la película: el actor atraviesa un pasillo al ritmo de esa batería y, de pronto, ahí mismo en el pasillo, aparece un músico tocando esos mismos ritmos con sus baquetas. De nuevo realidad y sueño se fundían en «Birdman» gracias también a una fantástica iluminación obra de Emmanuel Lubezki.
Como veis, la película de esta entrada tiene razones para entrar en la categoría de «Grandes películas». Es una historia diferente, con mucha técnica y un reparto fantástico. Si tenéis la oportunidad, no os la perdáis.
«Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)» («Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance)«, Alejandro G. Iñárritu, 2014)
SIII también me fascinó y me gustó mucho, mucho mas que El renacido. Mas que nada me enamoré por el ambiente, teatro, broadway, que me fascina!
Pensamos lo mismo, Lisa. «El renacido» me gustó en muchos puntos, pero me resultó muy violenta en algún momento. Con «Birdman» la acción te lleva de un sitio a otro sin mayores escándalos. La verdad es que me encantó 😉