Reseña: «La llegada»

Qué ganas tenía de ver «La llegada«. Había oído muy buenos comentarios y, lo mejor de todo: a pesar de que ya se estrenó hace unas semanas, había conseguido no enterarme del porqué de tan buena acogida, con lo que cuando entré en la sala estaba expectante…
Como ya habréis visto por la publicidad que se ha hecho de la película, «La llegada» nos muestra la llegada a nuestro planeta de 12 naves espaciales y el reclutamiento por parte del ejército de los EE.UU. de una profesora universitaria para intentar una comunicación con estos visitantes que permita aclarar una cuestión fundamental: ¿por qué están aquí?
Conforme avanzaba la acción, «La llegada» me recordó a dos películas de Spielberg. La primera de ellas, «Encuentros en la tercera fase«, por lo evidente en ese intento de diálogo entre dos civilizaciones. En esa película de 1977, la forma de contacto eran esas cinco notas que se repetían incansablemente en la parte final: re – mi – do – do – sol y en la peli de esta semana, humanos y extraterrestres lo hacían mediante unos extraños signos circulares.
El segundo aspecto que trajo a mi cabeza la figura del director de Ohio fue la manera en la que se nos iba presentando la acción, poco a poco, solo sugiriendo, sin mostrar nada evidente a la primera de cambio. Esto mismo lo vimos en «Tiburón«, en la que no es hasta bien avanzada la cinta cuando terminamos de ver al escualo. Hasta entonces veíamos una sombra que se acercaba, más tarde una aleta… de modo que la expectación y la tensión se iban dosificando en pequeñas cantidades.
En «La llegada» ocurre algo parecido, al enterarnos de lo que está pasando en el mundo a través de los informativos de la televisión o por conversaciones que escuchamos de pasada. Está claro que haciéndolo así consigue captar toda nuestra atención.
A diferencia de otras cintas del género, en «La llegada» no hay sustos, no hay terror, no hay estruendo, ni fanfarria. La película tiene un ritmo pausado acompañado de suaves y continuos movimientos de cámara, con planos que incluso me traían a la cabeza a alguno de John Ford. Esto la convierte en no apta para aquellos que quieran persecuciones o batallas galácticas (como la persona que tenía sentada justo delante de mí, que no dejó de jugar al solitario con su móvil…).
Y aunque sí que tiene características propias de películas de visitas alienígenas (como la presentación de los personajes, la aparición simultánea en distintos lugares de la Tierra o el carácter coral en cuanto a varios países intentando coordinarse frente a un hecho tan extraordinario), no se trata de una película de ciencia-ficción estándar -como tampoco lo fueron «2001: Una odisea del espacio» o la más reciente «Interstellar«- pero todo parece indicar que vaya a convertirse en un referente del género. Ahora mismo en la página de IMdB los usuarios ya le han aupado a una nota de 8,3 sobre 10 y empieza a recibir los primeros premios y nominaciones.
Estas diferencias a las que me refiero son básicamente la lejanía de fuegos artificiales propios de sagas como «Independence Day» o «Star Wars«, para dejar paso a algo más trascendente, a conflictos y decisiones morales y todo ello en una estructura argumental que conforme avanza la acción se convierte en toda una sorpresa.
¿Os acordáis de las películas «El sexto sentido» o la que he nombrado antes, «Interstellar«? En esas dos había un momento en la acción que decías: «Uy, aquí está la clave de la peli«. Eran esos instantes en los que pasabas a ser consciente de que todo lo que habías visto hasta entonces no era exactamente como pensabas, y se producía una especie de giro copernicano por el que comprendías lo anterior desde una nueva perspectiva. Pues bien, en «La llegada» se disfruta de algo así y me pareció que se quedaba en una comprensible pero motivadora equidistancia entre lo cristalino de «El sexto sentido» y lo ininteligible de «Interstellar«.
A ésta última le tengo que dar otra oportunidad porque hubo muchas cosas que me encantaron de ella, pero me produjo cierta frustración no ser capaz de explicar qué es lo que ocurría realmente en la película.
No sé si decir que a pesar del ritmo sosegado y los momentos en los que no se escuchaban ni diálogos, ni banda sonora en la película, «La llegada» atrapó a los que estábamos viéndola, o que fue precisamente gracias a eso por lo que nos gustó. El caso es que en esas escenas no se oyó ni una tos, ni una mano rascando el fondo del cubo de palomitas. Cuando una película aburre se nota, y está claro que ésta no lo hizo.
Su director es el canadiense Denis Villeneuve, que en 2015 se encargó de «Sicario«, película que se convirtió en una de las grandes sorpresas del año. En cuanto al reparto de «La llegada» nos encontramos con tres grandes interpretaciones: las de Amy Adams, Jeremy Renner y el siempre formidable Forest Whitaker.
Así que ya habéis visto que si os animáis a verla, estaréis frente a una película diferente y con unos atractivos que creo que no os defraudarán. Cuando la veáis os haréis con la respuesta a esa cuestión que el mundo necesitaba saber de los extraterrestres: ¿cuál es su propósito en la Tierra?
«La llegada» («Arrival«, Denis Villeneuve, 2016)
[Actualización 27/02/2017]
En la ceremonia de entrega de los premios Óscar celebrada el domingo 26 de febrero de 2017, «La llegada» se llevó la estatuilla a la mejor edición de sonido (Sylwain Bellemare).
En la foto, el que está al lado de Jeremy Renner, es el director de la peli o Ruud Van Nistelroy
Hola Alboroto, sí, es Denis Villeneuve, el director de la película. El otro que dices, lo he buscado en google y la verdad es que se parece un montón 😀