Reseña: «Rogue One: Una historia de Star Wars»

Rogue One - poster

Varias semanas después de su estreno y habiendo logrado huir de los spoilers, fui a ver «Rogue One: Una historia de Star Wars«, la última película de la saga hasta la fecha. Las expectativas estaban por las nubes…

¿Y qué pasa cuando las expectativas están por las nubes? Efectivamente: que vuelan por los aires y el resultado frustra. Y aunque quizá el disgusto no fue para tanto porque hubo cosas que me gustaron mucho de la nueva película, en términos generales sólo puedo decir que esperaba más.

Rogue One - Episodio III - Episodio IV - descartesnofuealcine.es

Para los que no sepáis de qué va, y sin reventar sorpresas, os diré que esta «Rogue One» se ubica entre el «Episodio III: La venganza de los Sith» (2005) y el «Episodio IV: Una nueva esperanza» (1977), la que para nosotros en España fue simplemente «La guerra de las galaxias«, la original, la primera, la de toda la vida, la que me encanta.

Ese Episodio III terminaba con una lucha entre el maestro Jedi Obi Wan Kenobi y un Anakin Skywalker cegado por el odio y el lado oscuro de la fuerza. Este Anakin, salvado in extremis por el siniestro Lord Sidious, se convierte sobre una mesa de operaciones en el pérfido Darth Vader. En otra mesa de operaciones, su esposa Padme, la Princesa Amidala, muere dando a luz a dos niños, Luke y Leia.

Rogue One - Fin del Episodio III - End of Episode III - descartesnofuealcine.es

Localizados ya cronológicamente, en «Rogue One» se nos cuenta la historia de la joven Jyn Erso, hija del ingeniero Galen Erso, reclutado a la fuerza por el Imperio para crear el arma definitiva que destruirá definitivamente las fuerzas de la República y sus ansias de restaurar la paz y la libertad en la galaxia.

La valiente Jyn, junto con otros afines a la República, se las verá y se las deseará para intentar rescatar a su padre y obtener toda la información posible de ese arma «destruye planetas» que está a punto de ser terminada: la Estrella de la Muerte.

Rogue One - Jyn y Galen Erso - descartesnofuealcine.es

Lo tengo que reconocer: gran parte de la primera mitad de la película me encontré absolutamente perdido. No reconocía a ningún personaje de la saga original o de las precuelas, escuchaba hablar de unos y otros y no me ubicaba, la acción saltaba de un escenario a otro, así que lo que ocurría ante mis ojos no me generaba la más mínima emoción, más allá de la espectacularidad en los efectos especiales.

En la segunda parte de «Rogue One» la cosa cambió: comenzaron a desfilar por la pantalla rostros conocidos del Episodio IV, de lejos mi película favorita de todo el universo Star Wars. Y quienes aparecían, además de la ilusión que daba reencontrarse con ellos, aportaban una carga emotiva extra al no estar ya entre nosotros.

Esos reencuentros venían acompañados con dos de los elementos típicos de aquella trilogía original: la presentación de esas figuras emblemáticas acompañadas por los leit-motiv que compusiera John Williams y batallas -ahora sí- épicas, emocionantes y con un despliegue digital apabullante. Lo anterior junto con los retoques en la trama para que encajara perfectamente con el Episodio IV (que lo hace), terminaba con una «Rogue One» de una manera infinitamente mejor que como empezaba.

Después de haber leído alguna que otra reseña de esta película y de ver que en IMDb cuenta ya con una nota de 8,1, creo que debo ser de los pocos a los que no ha fascinado «Rogue One«. Sinceramente, creo que la anterior película que se estrenó de Star Wars, el «Episodio VII: El despertar de la fuerza» volvía un poco a los orígenes y sobre todo, conseguía que no me despegara de la acción ni un solo minuto, como os comenté en su día por aquí.

Rogue One - Escenas - Scenes - descartesnofuealcine.es

Así que, volviendo al principio, esperaba más de esta «Rogue One«. Se le reconocen aciertos sobresalientes como la reaparición (o quizá mejor resurrección) de personajes de la trilogía original (incluso utilizando material rodado para el Episodio IV en 1977) y escenas de acción memorables, en su segunda mitad, que nos traía entretenimiento del bueno. Lo malo es que, quizá, toda esa diversión llegaba ya muy avanzado el metraje.

De todas formas, habiendo obtenido en recaudación su presupuesto de 200 millones de dólares multiplicado por tres en apenas dos semanas desde su estreno, a la vista está que estas historias-entre-Episodios son lo que el público está esperando, con lo que seguro que veremos más en un futuro.


«Rogue One: Una historia de Star Wars» («Rogue One«, Gareth Edwards, 2016)


5 Respuestas

  1. Adonai dice:

    Hola!
    La vi la semana pasada, también un poco post-fiebre del estreno, y me gustó más que el Ep VII. Soy fan de JJ Abrams, pero lo que hizo con su película de Star Wars me pareció un poco engañoso: llenarla de escenas en las que no paran de pasar cosas, y en realidad es un calco mal disimulado de toda la estructura planteada en la primera de 1977.
    Esta Rogue One me pareció original, y si bien es cierto que al no conocer a ninguno de los personajes, cuesta cogerles cariño de entrada, poco a poco y con tiempo (el arranque es algo lento, sí), acabas encariñándote de cualquiera de ellos y compartiendo su destino.
    No es un peliculón, pero sí que es mejor que El despertar de la fuerza, para mí.

    Saludos 🙂

  2. Lisa dice:

    Gracias Miguel. Estoy completamente contigo. Sentí mucha desilusión. La historia no me convenció, la primera parte es un desastre, no va por ningún lado, cambio lugar solo por poder hacer batallas, incluye personajes que desaparecen después de 10 minutos y uno se pregunta para que sirvan etc.
    Yo creo que los buenos Ratings solo van por el emocional final que nos recuerda a 1977 y con esta memoria la gente se queda. Además la música no me gustó tanto, era obvio que John Williams no estuvo presente y la relación entre los protagonistas era lo más raro. No explicaron nada, no había espacio para que se desarrollará algún tipo de conocimiento de los personajes, su motivos y sus deseos. Especialmente Diego Luna quedó como un héroe anónimo, hasta el final nadie supo porque hizo lo que hizo… y eso lo necesito para poder disfrutar una peli y poder conectarme con los personajes. Siento que quedé aún más desilusionada que tú y me el episodio VII me gustó mil veces más.

  3. Descartes dice:

    Volvemos a coincidir, Lisa. Lo que indicas es la sensación que nos quedó cuando se encendieron las luces. Sin embargo, las escenas finales merecieron la pena, ¡las disfruté muchísimo! Y las «resurrecciones» de personajes del episodio IV reconozco que me emocionaron. Incluso he leído que se utilizaron planos rodados en 1977 para alguna de las escenas de «Rogue One». Todo ese esfuerzo se valora mucho, aunque la película no me resultó todo lo redonda que esperaba. ¡Gracias otra vez por pasarte por aquí, Lisa!

  4. Descartes dice:

    Fíjate, esta vez no coincidimos, Adonai, y tampoco está mal 🙂
    Prefiero bastante más el «Episodio VII» que esta última «Rogue One» y no me pareció que aquélla fuese una copia del «Episodio IV» aunque sí es verdad que viéndola me parecía volver a cuando era pequeño y veía aquella trilogía original. La disfruté muchísimo. A ver qué nos trae el futuro «Episodio VIII»…
    ¡Gracias por pasarte!