Grandes frases: «Los odiosos ocho»

Los odiosos ocho - poster - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

A veces ya veis que no me da la vida y llego a los estrenos con alguna semana de retraso. Pero en el caso de «Los odiosos ocho» el retraso ha sido de un año. ¡Un año!

Tenía curiosidad por verla, porque las películas de Tarantino (en mayor o menor grado) siempre resultan sugerentes, divertidas o -por lo menos- entretenidas. De «Los odiosos ocho» no sabía más que era un western y que en la edición de los Óscars se llevó el premio a la mejor banda sonora, compuesta por el fantástico Ennio Morricone. A partir de ahí, ignorancia total y absoluta, y alguna expectativa como diálogos salvajes, raciones de violencia y -probablemente- sangre.

El comienzo ya nos enseña un par de cosas interesantes. De primeras vemos una secuencia larguísima con una lápida cubierta de nieve en primer plano, mientras a lo lejos vemos cómo se va acercando una diligencia. La duración de la escena deja claro que la peli no será breve: se alargará hasta pasadas las 3 horas.

Los odiosos ocho - Secuencia inicial - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

¿De fondo? El temazo de Morricone compuesto para fagot, contrafagot y tuba que ya escuché en el Concierto de la Film Symphony Orchestra y que ya os conté por aquí. Y aunque es una gozada de música, creo el tema que compuso D. Ennio en «El bueno, el feo y el malo» es -de lejos- mucho mejor. En todo caso, el premio que consiguió era más que merecido.

Y además del plano y la música vemos que la película está rodada en un majestuoso formato «Super Panavisión», como títulos tan increíbles como «Lawrence de Arabia«, «2001: Una odisea del espacio» o «Encuentros en la tercera fase«: un lujo absoluto que nos permite planos anchísimos, ideales para infinitos paisajes y composiciones elegantes. Así que los mimbres con los que empieza la película tienen muy, muy buena pinta.

Los odiosos ocho - Super Panavisión - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

Como siempre, sin desvelar sorpresas, os cuento un poco de la trama. En «Los odiosos ocho» estamos en torno a 1870, recién terminada la Guerra de Secesión, en mitad de las montañas del estado de Wyoming. En esa diligencia que os nombraba al principio, el cazarrecompensas John Ruth lleva a la fugitiva Daisy Domergue hasta el pueblo de Red Rock para cobrar por su entrega y consiguiente muerte en la horca. En el camino se encuentra con el Mayor Marquis Warren, un oficial negro que luchó en la guerra y Chris Mannix, un renegado, ambos con el mismo pueblo como destino de viaje.

La tormenta de nieve que iba persiguiendo a la diligencia estalla con violencia sobre los pasajeros, por lo que tienen que parar a hacer noche a mitad de camino en una posada llamada «La mercería de Minnie«. Ahí, los cuatro viajeros se encuentran con otros cuatro desconocidos y entre ellos se instala una desconfianza mutua que traerá tensión de alto voltaje.

Los odiosos ocho - reparto - cast - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

El planteamiento es buenísimo: en una época en la que todo el mundo va armado y la cortesía sólo se ve en las fiestas de sociedad, los personajes metidos entre esas cuatro paredes inician un juego peligroso para intentar descubrir si todos son quienes dicen ser.

Como el espacio dentro de la diligencia y la «Mercería de Minnie» es tan reducido, lo interesante de la película son los diálogos entre los distintos personajes. Tal y como me imaginaba, esas conversaciones son salvajes, con un sentido del humor de lo más negro y con referencias machistas, racistas y sexuales en cantidades industriales.

Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en la diligencia, cuando el unionista Mayor Warren, suelta un monólogo a su compañero de asiento Mannix, confederado renegado que enarbola el odio y desprecio a los negros como tarjeta de visita:

¿Debo pedir perdón por matar a unos confederaduchos? Usted se alistó para que los negros siguiéramos con cadenas. Yo me alisté para matar a degenerados blancos del Sur. Eso significaba matarlos como pudiera: disparando, apuñalando, ahogando, quemando, tirándoles una roca -una enorme-, lo que fuera con tal de aplastar a aquellos blanquitos sureños. Me alisté para hacer eso y eso fue lo que hice.

Los odiosos ocho - el mayor y el mexicano - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

Ya en esa «Mercería de Minnie«, el mismo Mayor Warren descubre en el que se hace pasar por encargado una característica que no le acaba de encajar: es mexicano. Es en ese momento cuando asistimos a la siguiente conversación:

-¿Cuanto hace que trabajas para Minnie?
-Cuatro meses.
-Mmm… Verás, si hubieras estado aquí hace dos años y medio sabrías que había un cartel colgado encima de la barra. ¿Minnie te ha hablado de ese cartel?
-No.
-¿Quieres saber que decía aquel cartel? «Ni perros, ni mexicanos aquí.» Minnie colgó el cartel el mismo día que abrió la mercería y lo tuvo ahí colgado encima de la barra todos los días hasta que lo descolgó hace más de dos años. ¿Sabes por qué lo hizo? Porque ya dejaba entrar perros.

Llama la atención cómo en este caso quien era objeto del racismo por ser negro, hace gala de un racismo todavía mayor hacia el mexicano. Esto mismo también se veía en «Pulp Fiction», película que me ha recordado esta escena por aquel discurso bíblico que el mismo Samuel L. Jackson repetía antes de apretar el gatillo, ¿os acordáis?

¿Lees la Biblia Ringo? Pues he memorizado un pasaje para ti: Ezequiel 25, 17.

“El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque el es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!”

Pulp Fiction - Discurso de Ezequiel - Samuel L Jackson - Speech - descartesnofuealcine.es

Esos desprecios, esas faltas de respeto entre los protagonistas son uno de los rasgos más característicos de las películas de Quentin Tarantino, junto con la violencia muchas veces gratuita. De esto último «Los odiosos ocho» tiene para dar y para regalar y hay momentos en los que vemos auténticas gamberradas, si no barbaridades. Para los amantes del gore y la sangre a granel, ésta es su película.

Y como en otras películas del director, en «Los odiosos ocho» se emplea el recurso de los saltos en el tiempo para ver la acción desde diferentes puntos de vista. Recuerdo que esa es una de las cosas que más me gustaron de la ya nombrada «Pulp Fiction«, lo mismo que ese tono irreverente que huye de lo academicista para conseguir la provocación tras la que siempre está Tarantino.

Ese humor, esa violencia, esos saltos temporales, el uso de repente de una voz en off en mitad de la película, tomas a cámara lenta e incluso el empleo de anacronismos como canciones contemporáneas, podrían arruinar cualquier película pero Quentin Tarantino consigue un proyecto de lo más sólido, argumentalmente impecable y estéticamente clásico.

Los odiosos ocho - escenas - scenes - shots - planos - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

Los planos de los paisajes nevados y los del interior de la cabaña no tienen nada que envidiar a algunos de los que hemos visto en los westerns más legendarios, son una auténtica maravilla.

Por último, una breve mención al reparto. Todos ellos consiguen hacer creíbles a sus personajes, así que se merecen una standing ovation, como dirían los anglosajones. Samuel L. Jackson, Tim Roth y Michael Madsen ya habían trabajado con Tarantino y también en esta «Los odiosos ocho» están soberbios, sobre todo el primero de ellos.

Los odiosos ocho - reparto - cast - The hateful eight - descartesnofuealcine.es

Sin embargo creo que Kurt Russell y Jeniffer Jason Leight en una especie de «más difícil todavía» bordan de manera genial sus papeles de brutal cazarrecompensas y feroz forajida. Del primero siempre recordaré una película de 1981 en la que era protagonista, «1997: Rescate en Nueva York«. La vi cuando tendría 12 años y me encantó.

Y bien, ¿qué hago? ¿Os recomiendo ver «Los odiosos ocho«? Si la violencia, el lenguaje soez y la sangre no son un problema para vosotros, adelante. Dejando a un lado esto, en «Los odiosos ocho» tenemos elementos con los que disfrutar una barbaridad: un western clásico con el toque Tarantino, unos actores (y actriz) fabulosos, unos diálogos ágiles y salvajes, una banda sonora de premio y una estructura narrativa que es para quitarse el sombrero. Así que sí, os la recomiendo a casi todos.


«Los odiosos ocho» («The Hateful Eight», Quentin Tarantino, 2015)