Grandes escenas: «Alguien voló sobre el nido del cuco»

Alguien voló sobre el nido del cuco - Jack Nicholson

Cada vez que me pongo a escribir sobre una gran escena pienso lo mismo: ¿por qué hablar sólo de este trocito, si en realidad me encanta toda la película? En esta ocasión, con «Alguien voló sobre el nido del cuco» también me ha ocurrido: la escena de la que hablaré hoy me parece de las más emocionantes que he visto, pero de la misma manera es la guinda a una película fabulosa, dirigida en 1975 por Milos Forman, el mismo que nueve años más tarde dirigiría «Amadeus«, de la que ya os hablé hace unos meses.

La película cumple este año su 45 aniversario, así que es fácil que muchos de los que estáis leyendo esta entrada ya la hayáis visto. Sin embargo, si alguno no lo ha hecho todavía y quiere hacerlo, adelanto que a partir de este punto se desvelará toda la trama y su final, por si prefiere ver antes la película. Os animo a hacerlo: «Alguien voló sobre el nido del cuco» es una maravilla imprescindible que aquel 1975 se llevó los Óscar a la mejor película, al mejor director, al mejor guión adaptado, y -por supuesto- al mejor actor, Jack Nicholson, y a la mejor actriz, Louise Fletcher.

Alguien voló sobre el nido del cuco - principal - descartesnofuealcine.esPara ponernos en situación, os diré qué es lo que nos encontraremos en «Alguien voló sobre el nido del cuco«: veremos a R.P. McMurphy, un hombre que para evitar una condena de cárcel alega locura y es ingresado en un manicomio. En esa institución observa cómo la enfermera Ratched dirige con mano de hierro la vida de todos los internos, por lo que muy pronto surge el enfrentamiento entre ambos. McMurphy es el elemento que alegra y revitaliza la existencia gris de los enfermos y se convierte en la oposición a la tiranía de la enfermera que, después de varios altercados, consigue que al protagonista se le realice una lobotomía y se le deje en un estado casi vegetal.

Este es el momento en el que comienza la secuencia, cuando el Jefe Bromden, un paciente indio que sólo empezó a hablar cuando llegó McMurphy al sanatorio, descubre que su amigo es llevado a su cama por dos enfermeros. Cuando estos se marchan, se acerca ilusionado a su lado y le confiesa que ahora que ha vuelto pueden escaparse juntos. Su alegría por ver a McMurphy se convierte en horror cuando ve qué han hecho con su compañero. Lo que hasta hacía poco era un hombre vital, ocurrente, divertido, rebelde y pendenciero, lo han convertido en una figura yaciente en una cama, en la que no puede ni hablar, ni reconocer al que tiene enfrente.

Alguien voló sobre el nido del cuco - final - descartesnofuealcine.es

La crueldad del tratamiento aplicado después del último enfrentamiento con la enfermera Ratched ha sido la mayor de sus venganzas: ver a McMurphy como un ser anulado, incapaz de generarle la más mínima réplica. Y es al ver esta situación cuando el Jefe decide no dejarle en ese estado y le mata asfixiándolo con la almohada. Es un momento duro que dura unos segundos y que termina mostrándonos la cara de McMurphy con la boca abierta. Ahí el Jefe hace amago de cerrársela pero se lo piensa mejor y la deja como está.

Mientras la música de fondo va in crescendo, el Jefe se acerca a la sala de las duchas, agarra el aparador de mármol del centro y acercándose a una de las ventanas, en la apoteosis de la banda sonora, lo lanza contra ella y escapa del manicomio mientras uno de los internos (el Doc de «Regreso al Futuro«), despertado por el escándalo, va llamando al resto entre gritos de alegría pensando que McMurphy ha escapado, como tantas veces había prometido hacer.

El agua escapando de las tuberías tras arrancar ese mueble del suelo, la huída del Jefe por la ventana y el grito del enfermo al final, son todos ellos impresionantes símbolos de libertad, gritos de rebeldía frente a un poder castrante, injusto y cruel. Con la boca abierta, McMurphy muere en actitud de lucha, gritando como el rebelde que fue, en lugar de aquello en lo que lo había convertido Ratched, y es así como su amigo indio quiere que lo encuentren.

La escena siempre me deja con una mezcla de tristeza y euforia: triste porque muere McMurphy en ese estado, porque su mejor amigo en el psiquiátrico decide matarlo, porque de alguna manera Ratched vence. Pero también eufórico, porque aunque sea sólo por un momento, el Jefe, representando a todos los oprimidos de ese lugar (y quiero pensar que de todos los lugares del mundo) consigue derribar las barreras de los que humillan, de los que someten y esclavizan, para saltar sobre ellas y terminar huyendo. Por un momento, mientras grita, ese enfermo cree en la victoria de McMurphy sobre Ratched, en el triunfo de la libertad sobre el autoritarismo y es de verdad emocionante.


«Alguien voló sobre el nido del cuco» («One Flew Over the Cuckoo´s Nest«, Milos Forman, 1975)


6 Respuestas

  1. Pablo dice:

    Poderosa película y gran entrada!
    Siempre odié a esa enfermera, la actriz borda el papel.

  2. descartes dice:

    No sé dónde leí que toda la película es una metáfora de la represión que se vivía en Checoeslovaquia (patria del director Milos Forman) bajo la influencia soviética. La enfermera Ratched tras ese aspecto dulce y con ese uniforme impecable es en quien debía estar pensando el que inventó la frase de «lobo con piel de cordero» 🙂 Gracias por comentar, Pablo.

  3. lsw dice:

    Preciosa descripción. Cuando vi que solo ibas a hablar de una escena esa era la primera en cual pensé. Que fuerte! Y gran cine!

  4. Douglas dice:

    Adoro las películas de Forman, pero la primera que vi fue ésta. ¡Sencillamente extraordinaria! Poco después leí la novela de Ken Kessey y (no voy a entrar en el tonto dilema de mejor o peor para dos manifestaciones artísticas distintas) son dos obras diferentes. La película la veo por lo menos una vez al año (el libro ya lleva cinco lecturas) y todavía me asombran las actuaciones de Nicholson y Fletcher (ambos ganadores del Óscar por eso), y creo que nunca se valorado convenientemente la de Douriff (Billy Bibbit). Felicitaciones por tu comentario. Me gusta tu página.

  5. Descartes dice:

    Gracias, Douglas, por el comentario. Pienso lo mismo sobre lo fantástico de la película y sobre la actuación de Brad Douriff. De hecho, te cuento un secreto: cada vez que veo la peli y empieza la acción, siempre pienso «no, esta vez no le va a pasar nada a Billy». Su trabajo en la cinta me deja sin palabras. En el blog tienes otra entrada de Milos Forman, https://www.descartesnofuealcine.com/2015/08/10/toma-9-amadeus/, por si te apetece echarle un vistazo.
    ¡Gracias otra vez!